Leed y regocijaros:
Articulo 8: 3. La expulsión y el resto de medidas sancionadoras que impliquen privación de derechos a los afiliados sólo podrán imponerse mediante procedimientos contradictorios, en los que se garantice a los afectados el derecho a ser informados de los hechos que den lugar a tales medidas, el derecho a ser oídos con carácter previo a la adopción de las mismas, el derecho a que el acuerdo que imponga una sanción sea motivado, y el derecho a formular, en su caso, recurso interno. |
Vaya, vaya, la Ley reconoce a los afiliados el derecho a ser oídos. Pero es que en el rancho grande de Rivera no se escucha a nadie, sólo se oye una voz interior, que en infinita letanía repite: soy muy guapo, soy muy hermoso, soy el mejor, soy un adonis, esto es mío, este es mi rancho, etc. Y claro, jamás se le ha dado la menor oportunidad de defenderse a nadie. Ahora viene lo mejor: ya hay varias baterías de demandas judiciales planteadas. Y no precisamente por escribir verdades en un blog, sino por reprimir y pisotear a las personas emulando al amiguete Joseph Stalin.
Que se vayan preparando. El espectáculo será magnífico.
¿Por cierto, qué dice la Ley de Partidos sobre el despilfarrio y la desaparición de dinero, las contrataciones a dedo, y la negativa a realizar auditorías? ¿No habría que llegar al Congreso con las cuentas claras?
Ciudadano Ubú
Uno más de la corriente zanahoria