sábado, 23 de junio de 2007

Programa IV: Transversalismo

En los países occidentales, una vez que los ciudadanos lograron derribar el muro de Berlín, surge una imparable globalización económica, que se soporta sobre una estabilidad democrática, y una clara tendencia hacia la moderación política, con un interés paulatino en avanzar hacia configuraciones colectivas, como es el caso de la Unión Europea.

El tradicional conflicto ideológico entre izquierdas y derechas, está caducado, sin embargo, los partidos políticos tradicionales se sienten incapaces de abandonar sus posiciones habituales, de lo que resulta una deceleración en los avances sociales y una pérdida de energía política intolerable desde cualquier perspectiva racional.

Cuando el conflicto entra las fuerzas más conservadoras y las más progresistas, no se ha podido resolver durante siglos, hay que tratar de superarlo estableciendo una síntesis sobre la dialéctica establecida. La necesidad de respeto a la democracia, la asunción de la libertad, la búsqueda de la igualdad, o el respeto a las leyes, son acuerdos compartidos por ambas ideologías que determinan un escenario para la convivencia, pero ahora ya no resultan suficientes.

Es necesario mezclar lo mejor de las ideologías, para establecer una nueva fórmula que permita avanzar políticamente. Ese es precisamente, el proyecto ideológico de Ciutadans: el transversalismo. La gente cuando escucha esta palabra siente un poco de cautela, porque desconoce realmente lo que significa, trataré de explicarlo.

La transversalidad es algo inevitable, por que proviene del hartazgo del maniqueísmo político existente hasta la fecha, que a su vez deriva de una asunción absolutista y dogmática, que solo una de las alternativas políticas, bien la izquierda, o bien la derecha, tiene soluciones para todos los problemas de nuestra sociedad. Esto es una falacia, es el conjunto de ambas, el que ha permitido la sociedad que actualmente disfrutamos o padecemos, ninguna ha ejercido su poder en exclusiva.

Necesitamos que cada ciudadano se de cuenta de que en su pensamiento hay planteamientos de izquierdas y de derechas, al igual que un hijo tiene padre y madre, un ciudadano tiene influencias políticas de ambos lados del poder. Esto es precisamente la transversalidad; cuando los ciudadanos reconocen que ninguna de las posiciones polarizadas de la política representa plenamente sus intereses, y que sin embargo una mezcla de ambas le representan mejor.

Ciudadanos es un movimiento político transversal, resultante de un ideario y una conciencia colectiva, de que la mejor forma de afrontar los problemas de nuestra sociedad es tomando las ideas proporcionadas por la socialdemocracia y el liberalismo progresista.

La transversalidad, es la consecuencia lógica del centrismo, pero no es un equilibrio estable y balanceado de mitad por mitad, sino que es un centrismo proyectado en las circunstancias, un centrismo activo. El mismo ciuadano puede tomar decisioes que podría apoyar o proponer el PSOE, que otras que podría apoyar o proponer el PP.



Sin embargo, ni los seguidores del PP, ni los del PSOE, podrán hacer ésto, porque se saldrían de su ámbito político y deben seguir actuando en un bloque homogéneo, que realmente retarda el progreso y el bienestar.

Ciudadanos es transversal, tanto en su formación ideológica, como en la representación del conjunto de su militancia. Es precisamente el debate coherente entre personas situadas a ambos lados de la frontera ideológica, el que producirá los acuerdos que necesitamos para que nuestro país se modernice de una vez.

Hace tiempo que la marcha hacia el transversalismo se ha iniciado en las principales democracias europeas, la transversalización de Blair se continúa hoy con la más reciente de Sarkozy. Aquí, en España, ni Zapatero, ni Rajoy, serán capaces jamás de transversalizarse, pero si

nos mantendrán en una situación permanente de conflicto.

Ciudadano Ubú
Uno más de la corriente zanahoria