lunes, 14 de mayo de 2007

Suicidando a Ciutadans

"La hora 25", menuda peli, pues así estamos en Ciutadans. Lo que está ocurriendo es difícil de definir, candidaturas organizadas por personas que han afiliado hasta a su perro para tener los votos suficientes y ser elegido candidato, mientras en otros lugares no ha entrado nadie para que el candidato fuera el que ya estaba pensado hace meses.

Un partido en el que se presumía hace menos de un año, de promover un lucha ejemplar por la limpieza y la honestidad democráticas, se ha convertido en una cloaca, a la que llegan tránsfugas del PP, rebotados que no pudieron colocarse en el PSC, okupas de ICV, arrepentidos nacionalistas que han sido militantes y concejales de CIU, y otra gente diversa que no se sabe ni de donde ha salido, para encaramarse de repente a la cabeza de una candidatura.

El 1 de Noviembre, nadie les conocía, más que sus amigos, los que los han instalado, y eran los únicos que sabían de su próxima existencia en el partido. Esto ha ocurrido en numerosas circunscripciones, en algunas se han abortado la toma del poder por los invasores, pero en otras, no se ha conseguido, y la dirección ha aceptado como buenas, opciones que resultan inadmisibles, por pitos o por flautas.

A fecha actual, las luchas por el poder alcanzan cotas sanguinarias, todos los órganos del partido están enfrentados; los militantes no dan crédito a las noticias que se leen cada día sobre el desastre que les han organizado sus dirigentes. A los afiliados se les pide su dedicación y cuando se disponen a actuar, se les recomienda que no lo hagan.

La cúpula del partido se ha blindado y Albert Rivera va por el mundo protegido por su guardia pretoriana formada por pelotas y otros profesionales del jabón, y se parece más al presidente de Venezuela, que al de un partido joven, que hace unos meses era una opción clara para la regeneración de la vida política en Cataluña y en España.

Esto no da más de sí, han dicho numerosos militantes que están enviando su carta de despedida o sencillamente han remitido una orden al banco para que devuelvan los recibos del partido. Son los mismos que piensan que los dirigentes del partido les han tomado el pelo, y que lo único que pretendían era fabricarse un curriculum personal a expensas del colectivo de afiliados, Albert Rivera ya lo había presentado en el PP, pero no cuajó. Antonio Robles lo había intentado varias veces, la última con Iniciativa No Nacionalista.

Algunos, más maquiavélicos, han dicho que Ciutadans se está suicidando, pero que sus dirigentes están provocando la escenografía necesaria para que parezca un homicidio o una muerte supuestamente natural.

En fin, otros pensamos que lo que está ocurriendo es un envenenamiento programado por la estupidez autoritaria de cuatro incompetentes descerebrados, y eso lleva mal remedio, porque al final, igual hasta logramos la supervivencia como colectivo, pero a costa de haber quedado invalidados de forma permanente, para la vida política catalana y española.

Cada cual que elija el final que más le guste, por lo menos que un militante de Ciutadans pueda elegir algo. Todo es cuestión de tiempo, pero no demasiado, porque estamos al comienzo del final.

Celedonio Rip