En el pasado Congreso de Ciutadans, los militantes apoyaron sin dudas la expansión del partido a todo el territorio español, por más del 70 % de los congresistas. Sin embargo la dirección saliente formada por los que todos sabemos no tenía esa idea en mente, y aunque salió derrotada la concentración exclusivamente en Cataluña, han hecho lo posible para incumplir el mandato del Congreso, contraviniendo así, una vez más la voluntad de la asamblea.
Su estrategia ha sido la exclusión de los militantes no catalanes, y tras el triunfo del pasado 1 de Noviembre que condujo al parlament a los tres diputados de Ciutadans se ha hecho lo que viene para frenar la expansión:
1) Restricción de la formación de agrupaciones fuera de Cataluña, también es verdad que se ha hecho dentro de Cataluña, pero en esta ocasión para controlar las agrupaciones y las listas electorales.
2) Impedir que se presentaran candidaturas en el resto de España, salvo en dos feudos de alguien de la dirección del partido: Alicante y Salamanca. En Madrid la asamblea votó que no se presentara, pero en Sevilla se impidió, lo mismo parece haber ocurrido en Baleares, y en otros lugares.
3) Pero la estrategia más siniestra para evitar que Ciutadans se expanda a nivel nacional es la de distorsionar tanto las cosas, que la gente se está yendo de forma permanente, las bajas son numerosas, especialmente en todos los territorios fuera de Cataluña.
En este panorama, hoy hemos recibido la noticia de que el ex-coordinador de la agrupación de Madrid con varios cientos de militantes, y que había presentado su dimisión como coordinador, enviando una carta a todos los militantes a primeros de febrero, en la que mostraba su incomprensión con las prácticas del partido, hoy también, harto, cansado, aburrido, y viendo que todo ésto ya no lleva remedio, también ha abandonado el partido.
Quizás este sea el mejor signo del rumbo que nos espera. Lo sentimos por ti J.J., y también por nosotros. Pronto nos iremos muchos más. Es lo que quieren y lo que necesitan. Acabar con los que no les veneran, y asumen todo lo que proponen.