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Pues me han contado que el niño está al borde del delirio, con más urgencia por sacarse una foto con Declan Ganley que Zapatero con Obama, y que no se ha tomado nada bien lo de que le quiten sus antiguos compañeros, Robles y Domingo, la presidencia del grupo mixto catalán, por lo del coche oficial y los 51.000 euros anuales que ha perdido al degradarlo.
El niño ha estado tan ocupado haciendo cursos en Estados Unidos de cómo engañar al prójimo, que no ha tenido tiempo para admirar las óperas de Wagner, y los diputados, mudito y bambas, tampoco, porque se han dedicado a la organización del partido, para hacerlo un PSC multicolor, como el mundo de la abeja Maya, en el que ellos sean los héroes mundanos del no nacionalismo, reconocidos por alguien más que la masa de borregos que les acompaña a todas partes.

Así que desconocen el conflicto en el que se dirime Tannhäuser Rivera, porque si bien sabe que Venus Ganley le ofrece todo los placeres terrenos, no sabe si le aceptará en su más precaria desnudez, si los cazadores de almas se rebelan ante su pecado de yacer con la diosa pagana por su propio bienestar. Ni aunque haga su peregrinación para expiar sus pecados de soberbia y codicia. Los principios son los principios y los finales, los finales. Y los no nacionalistas de centro-izquierda catalanes son muy leales al todos juntos, reunidos, nos hacemos con los partidos y ya tienen la vista puesta en el Partido de Rosa Díez, donde les esperan sus antiguos compañeros del PSC con los brazos abiertos.

¿Podrá Elizabeth Ciudadanos convencer con su amor a la multitud –los electores- que lo de Venus Ganley ha sido un equívoco, no suficientemente explicado?. Posiblemente no, pero igual puede hacerlo con su tío, el landgrave Durán –magnífica semántica de De Carreras, ese paladín del ibarretxismo-, aunque éste le impondrá a Tannhäusser Rivera, en redención por sus pecados que peregrine otra vez a Estados Unidos, y que se saque una foto con Obama como sea. Sólo así recibirá el reconocimiento de Ganley, el perdón del partido y la reconciliación con “la famiglia”.

Mira que te lo dije, Albert, si hubieras tomado más zanahorias no te habrías quedado ciego de poder, y podrías haber sido un buen lazarillo del Ampurdán, o un perro labrador bien adiestrado en catalán. Que la política, si solo te soportas en tu propio narcisismo, un día se torna y te expulsa del Paraíso Parlamentario, al final has demostrado ser muy tonto, tan listo como te crees. No se puede tirar de los principios como si fueran de latex, por qué son humanos.
Escucha la obertura que te ofrezco, e intenta comprender la música de gloria que acompaña a los héroes (nunca a los villanos) y que hoy has perdido toda oportunidad de que te acompañe algún día, entre las ruinas del Espíritu del Tívoli, que tuviste el honor de representar y mancillaste sin recato alguno, por tu frenética y endiablada ambición.

Ciudadano Ubú, tu enemigo más leal